Los límites de nuestro universo y por qué nunca encontraremos extraterrestres

DISCLAIMER: Los contenidos de esta entrada tienen un alto valor especulativo, por lo que no se deben tomar como verdad absoluta, y se invita al lector a seguir investigando para tener un criterio adecuado al respecto.

El Gran Filtro

En 1950 Enrico Fermi, conocido como “el arquitecto de la era nuclear”, se encontraba en el laboratorio conversando informalmente con sus colegas. Se planteó la siguiente contradicción: si hay numerosas civilizaciones en nuestra galaxia entonces, “¿Dónde están? ¿Por qué no hemos encontrado trazas de vida extraterrestre inteligente, por ejemplo, sondas, naves espaciales o transmisiones?”. A esto se le conoce como la paradoja de Fermi, y desde entonces han tratado de plantearse soluciones que expliquen el por qué la vida extraterrestre parece ser muy rara a pesar de que las matemáticas dicen lo contrario.

Las emisiones de mensajes al espacio exterior por parte del ser humano con la intención de contactar a los extraterrestres no son algo ni raro, ni escaso. Tenemos la placa de la Pioneer, el mensaje de Arecibo, el disco de oro de las Voyager, etcétera. La mayoría de estos mensajes están contenidos en sondas espaciales, que aún no han salido o apenas están saliendo del Sistema Solar, por lo que es evidente que ahora mismo no se puede esperar una respuesta.

Una de las soluciones de la paradoja de Fermi, que es la que más nos interesa en este momento, es el Gran filtro. Esta hipótesis, propuesta en 1996 por Robin Hanson, plantea la improbabilidad de que se den las condiciones adecuadas para que surja una civilización que se pueda medir con la escala de Kardashov. Particularmente propone una lista de pasos o requisitos que se deben cumplir para que surja una civilización similar o superior a la nuestra, los cuales, según la Wikipedia y de manera incompleta, son los siguientes:

  1. El sistema planetario adecuado (especialmente con planetas habitables).
  2. Moléculas autorreplicantes (como el ARN o el ADN, además de las proteínas que se sintetizan a partir de estas).
  3. Vida unicelular simple (como bacterias y seres procariotas).
  4. Vida unicelular compleja (como células vegetales simples y seres eucariotas).
  5. Reproducción sexual.
  6. Vida pluricelular (primeros peces, hongos, animales, etcétera).
  7. Animales con cerebros grandes usando herramientas (como los primeros homínidos).
  8. Civilización (donde el ser humano está ahora).
  9. Explosión de colonización.

La hipótesis del Gran Filtro nos dice que al menos uno de estos pasos debe ser improbable. Se sabe que las células eucariotas surgieron por un suceso que ocurrió sólo una vez, en la que una bacteria se comió a una arquea, pero en lugar de engullirla ambas se fusionaron y formaron un nuevo ser. Puede que este sea el Filtro, al ser un acontecimiento extremadamente improbable (o quizás no). La paradoja de Fermi surgió en el contexto del Proyecto Manhattan, por lo que mismo Fermi llegó a afirmar que, si una civilización se vuelve lo suficientemente avanzada, entonces se autoexterminará con su propia tecnología, por lo que este también puede ser un Filtro.

Entonces, si el filtro está detrás nuestro, eso significa que somos los primeros en llegar al paso ocho (con base en la lista incompleta), y entonces en realidad no hay extraterrestres y somos extremadamente afortunados. Por otra parte, si el filtro está delante nuestro, eso significa que estamos condenados a extinguirnos o a fracasar al intentar alcanzar el paso 9, lo cual también explica por qué no hay extraterrestres. Esto es tan aterrador como suena, ya que deja a la incertidumbre el determinar en qué momento las cosas se pueden tornar en contra nuestra. No parece particularmente difícil (aunque sí fuera del alcance humano) la creación de ARN y proteínas a partir de moléculas inorgánicas, y que con las condiciones adecuadas surja un organismo autorreplicante que después dé origen a la vida. Además, también se conocen un puñado de cuerpos celestes potencialmente habitables dentro y fuera del Sistema Solar, lo que da aún más incertidumbre acerca de en dónde se encuentra el Filtro.

También es posible que no haya ningún filtro en absoluto, lo cual podría implicar indirectamente que hay miles de civilizaciones alienígenas similares a la nuestra, y entonces hay un factor distinto que impide el contacto entre estas civilizaciones y nosotros, que es mucho menos aterrador, pero sí mucho más deprimente.

La barrera física e insuperable

Alfa Centauri es el sistema estelar más cercano al Sistema Solar, que está a 4.36 años luz de distancia. Eso significa que, si tuviéramos una nave espacial y viajáramos con dirección a este sistema a la velocidad de la luz (cosa que no podemos, debido a que deberíamos carecer de masa para de verdad viajar a esa velocidad) tardaríamos aproximadamente 4 años, 4 meses y 9 días en llegar, esto yendo a una velocidad constante de poco menos de 300 mil kilómetros por segundo. La nave más rápida creada por el ser humano a la fecha de redacción de esta entrada es la sonda Parker, que viaja a 587 mil kilómetros por hora, es decir, 163.05 kilómetros por segundo. Esto significa que la sonda Parker tardaría poco más de 8022 años en hacer el mismo recorrido hacia Alfa Centauri.


Cálculo que demuestra el tiempo que tardaría la sonda Parker

Sin embargo, la mayoría de los sistemas planetarios que nos podrían interesar se encuentran a miles, o incluso millones de años luz, por lo que incluso la luz tarda demasiado en llegar allí. Entonces, podemos darnos cuenta muy fácilmente que el problema no es sobre si los extraterrestres existen o no, sino que, incluso si éstos existieran, la distancia que nos separa es tan grande que, si una civilización tuviese la nave más rápida jamás creada y la usara para viajar hacia la Tierra, tardarían tanto en el viaje que tanto esa civilización como la nuestra ya se habrían extinguido para la llegada. Eso también podría explicar por qué no recibimos mensajes de otros lugares en forma de señales de radio; la distancia es tan grande que, además de que estos mensajes tardarían millones de años en llegar, las posibles interferencias y el mismo decaimiento de la señal provocarían que, a su llegada, no sea más que ruido sin sentido e incomprensible, y entonces el mensaje que portaba se perdió para siempre.

La gente no es consciente del tamaño del universo, y eso es porque no conocen el concepto de universo observable, que existe debido a que la velocidad de la luz es constante y no infinita, pero el universo se expande a velocidades mayores que la de la luz, lo que crea una barrera que con el tiempo se va achicando, y que delimita a aquella parte del universo que alguna vez podremos alcanzar de todo lo demás, que se aleja con respecto a nosotros más rápido que la luz, y entonces toda esa región será inalcanzable para siempre. Esto puede darnos una noción bastante vaga de la inmensidad del universo, que es extremadamente grande y que de todas formas no podemos comprender.

Entonces la razón por la que nunca entraremos en contacto con extraterrestres no necesariamente es porque haya un Filtro que provoca la extinción de las especies llegadas a un determinado punto (aunque la hipótesis no me parece mala y le encuentro algo de sentido), sino que es porque el universo es tan grande, y la velocidad a la que podemos viajar es tan lenta, que a cualquier civilización alienígena que se encuentre en este momento viajando en dirección hacia nosotros, así como a cualquier señal expedida, aún le falta unos cuantos (o más bien unos muchos) millones de años para poder alcanzarnos. La humanidad tiene alrededor de 200 mil años de existencia, y la civilización nació apenas hace poco más de 10 mil años, por lo que es estadísticamente más probable que el Sol muera y la vida en la Tierra se extinga (entre 3500 y 6000 millones de años en el futuro), a que una civilización extraterrestre nos contacte.

Conclusión

Personalmente pienso que la vida extraterrestre existe, ya que no parece muy difícil el surgimiento de ésta en entornos macroscópicos, como planetas similares a la Tierra en la zona habitable de sus respectivos sistemas planetarios. Sabiendo que la vida intrínsecamente consiste en la competencia y lucha por los recursos para su supervivencia, y conociendo la amenaza del calentamiento global en la Tierra, no me es fácil imaginar a alguna otra especie alienígena realizando exploraciones espaciales, pues me parece más probable que esta se extinga antes de ello debido a un calentamiento global severo, a un hipercán, a radiación gamma expedida por supernovas o púlsares, etcétera. Quizás entonces el Filtro sea el paso 9, o quizás no se trata de un Filtro y es simplemente el límite natural al que cualquier forma de vida inteligente puede aspirar.

No me desagrada la idea de millones de civilizaciones similares a la nuestra, con su propia historia, sus lenguajes, su cosmología, su tecnología, sus descubrimientos, y aquello que los hace seres vivos al igual que a nosotros, y que sin embargo nunca han salido de su planeta y que no pueden aspirar a ello. Civilizaciones que en este momento están en una especie de análogo de la Edad Media, o que se hayan adelantado a nosotros y hayan ya descubierto la cura contra el cáncer, o que están en el momento en el que uno de sus individuos está a punto de publicar su propia teoría de la relatividad. Especies que acaban de descubrir el cálculo diferencial, que están haciendo las primeras computadoras con bulbos de materiales diferentes a los nuestros, que recién inventaron la escritura, o que conquistan y destruyen ciudades mediante caballos hechos con madera. Con miembros aspirando a conquistar sus continentes, y que unen y separan a sus pueblos. Con el mismo odio, guerra y muerte, pero también con el mismo amor, paz y vida tan característicos de la humanidad. No es para nada científico, pero tampoco es tan descabellado pensar en algo así sabiendo ahora la magnitud del tamaño del universo, que sabemos que es infinitamente más grande de lo que nunca sabremos.

Así entonces, yo me quedo tranquila sobre si hay extraterrestres o no. Sé que hay, y sé que no sabemos de ellos, así como ellos no saben de nosotros, y me provoca un gran sosiego saber que nunca contactaremos con ellos, porque el universo está hecho de manera que, incluso estando rodeados de millones de seres como nosotros, no podamos conocerlos y entonces pensemos que estamos solos, y eso está bien. La vida, independientemente de dónde se encuentra, y especialmente con nosotros, que sabemos y (no) comprendemos todas estas cosas, es la prueba de que el universo está experimentándose, entendiéndose, desarrollándose y viviéndose a sí mismo.


Escrito por una humana, NO por IA. Con licencia CC BY.